Deseo en el ascensor: El relato de Astarielle para el concurso 100 seguidores

25 junio 2011

Aquí os traigo el primer relato que me han enviado para el concurso de los 100 seguidores!!
Astarielle ha sigo quien se ha animado a escribirlo! Así que aquí os lo traigo para que disfrutéis de él como se merece! ^^

Llevaba poco tiempo viviendo en aquel edificio. Había buscado un lugar tranquilo donde poder escribir y había ido a parar a aquel barrio. Alquile un pequeño loft a las fueras de la ciudad dónde el ruido brillaba por su ausencia. No quería que nada pudiese molestar en el trabajo que siempre había soñado. Me había puesto una fecha limite para acabar mi novela y pensé que aquel lugar era el ideal.

Mientras hacia la mudanza, en el ascensor, coincidí con un chico. Por sus rasgos deducí que no era español, intuí que era un chico marroquí. Tenia unos ojos marrones enormes y una mirada lúcida como ella sola. Su piel era de un moreno tenue y su cuerpo parecía sacado de revista. No pude remediar mirarlo y desearlo en aquel momento. Mi mente se elevo a las alturas y soñé despierta que aquel ascensor se estropeara y fundirme en los brazos de aquel moreno que estaba a mi lado.

Cuando mas metida estaba en mis sueños, su voz hizo que volviese a la realidad...

-Buenos días.

-Hola.

-Eres nueva, ¿verdad?

-Si, acabó de mudarme al edificio.

-Me llamo Rashid, vivo en el 4ª; para cualquier cosa... No dudes en llamarme.

-Gracias... Soy Raquel, vivo en el 6ª. Si necesitas algo, tampoco dudes en avisarme jaja...

Mi voz sonaba entrecortada y temía que notara el rubor que sentía. Quería que el ascensor llegará a su destino, y arrepentirme en mi nuevo hogar de los deseos que había sentido dentro de las paredes del ascensor.

Llegue a casa, jadeante y nerviosa. Me puse a ordenar las cajas que llenaban el comedor sin saber muy bien lo que estaba haciendo. Quería mantener mi cuerpo y mente ocupados para así poder olvidar lo que minutos atrás había sucedido.

Rashid... que nombre más exótico, pensaba... ¿Qué tenía aquel chico que no salia de mi cabeza? ¿Por qué no era capaz de concentrarme? Había ido a parar allí buscando la concentración absoluta y ahora era incapaz de conseguirla. Por más cosas que ordenaba, por más alta que pusiese la música o por más que intentará descansar echada en la cama... Rashid seguía en mi cabeza.

Cuando creí que estaba a punto de quedarme  dormida, sonó el timbro de mi puerta. ¿Quién podía ser? Sólo mi familia sabia donde vivía y les había pedido que no viniesen sin avisar. A mis amigos no les había contado mi nueva localización para poder estar al 100% con mi novela.

Cuando abro la puerta... allí estaba él.

Hola Rashid... ¿Qué haces aquí? ¿Necesitas algo?

No, no. Pensé que a lo mejor podías necesitar ayuda y me he atrevido a venir. ¿Te pillo en mal momento?

No, claro, para nada. ¡¡Pasa!!

¿Cómo podía decirle que estaba tirada en la cama a las seis de la tarde por que quería olvidar lo ocurrido en el ascensor? ¿Qué podía pensar de mi?

Juntos nos pusimos a ordenar los libros que quedaban en las cajas. Mientras, hablábamos. Yo le conté por que había ido a parar allí y cual era mi propósito. Él me confensó que llevaba en España cinco años, que estaba aquí solo y que había venido con la esperanza de encontrar una situación mejor. Me comento que desde que llego había estado trabajando en la construcción pero que llevaba dos años preparándose para comenzar algún estudio universitario. Su familia seguía en Marruecos y que tenía dos hermanas pequeñas allí. Soñaba con algún día traerlas y que descubrieran la libertad que aquí se tenía y que allí anhelaban.

El tiempo corría y sin esperarlo, la hora de cenar llegaba. Mi estomago hablaba por si solo y tenia que saciar aquella necesidad. En un arrebato de valentía, le pregunté a Rashid si quería quedarse a cenar conmigo. Acepto la invitación. Juntos preparamos algo de cena. No había mucho en mi frigorífico, así que tuve que conformarme con preparar una tortilla y algo que queso que encontré en lo más fondo. Me avergoncé cuando vi aquella mesa con tan “ridícula” cena. Mientras cenábamos, nuestra complicidad crecía. Reíamos, charlábamos, nos mirábamos... Todo era perfecto. Volvía a sentir las ganas de fundirme con él. Cuando acabamos de cenar mis ganas por besarlo iban en aumento y no dudé en hacerlo. Mientras descansábamos en el sofá, lo mire fijamente y lentamente acerque mis labios a los suyos. Fue un beso corto y tierno. Seguido de aquel beso, fueron a parar muchos otros y cada vez, eran mas húmedos y penetrantes. Nuestra ropa iba desapareciendo con nuestras manos y nuestras caricias eran cada vez más pasionales. Acabamos fundidos en aquel sofá y supe que hacer el amor con Rashid había despertado algo nuevo en mí, hasta ese momento, desconocido. No pude sacar a Rashid de mi cabeza ni de mi vida nunca.

Me enamoré locamente de él y decidí que mi novela contara nuestra historia.


Espero que os haya gustadooooo!!! 
Sobretodo muchas gracias a Astarielle por enviarme su relato, sabes que me encanta leerlos!! ^^

Nos leemos!!

8 comentarios:

  1. Weeee gracias Wendy por subirlo^^. Asi tendré opción a k lo lea más gente!! Gracias wapa.

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  2. @Astarielle
    Se me ha ido la olla y no lo he puesto anteeeees!! >.<

    xD

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  3. Ehhh me ha gustado muchoo, ke pornooo! Jijijij XD! Esta muy bien de verdad, a mi tambien me encanta leerlos u.U Sige asi Astarielle!

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  4. Joe XD se me ha olvidao a lo ke venia cuando he leido el relato, Wendy ke venia a decirte ke en mi blog tienes un premio! Un saludo wapa!

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  5. Gracias Estampida Animal, me alegra k t aya gustado cielo!!!!

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  6. jajajaja Es que esto de ponerse a leer relatos engancha!!!! jijiji

    Un besazooooooooooo

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  7. Y más si te quedan chulos Astarielle ;D

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